El presidente de México, Enrique Peña Nieto defendió el incremento del precio de las gasolinas en el país, asegurando que es una medida “impopular” y necesaria para garantizar el desarrollo y bienestar de los mexicanos, además de que el precio del combustible en el mundo se ha incrementado.
Es “una medida difícil, dolorosa, en la que apelamos a la comprensión de la sociedad mexicana en aras, al final de cuentas, de cuidar y preservar todas las acciones y programas en los que hoy invierte el Gobierno de la República para asegurar condiciones mínimas de bienestar para nuestra sociedad”, expresó.
En esta línea el jefe de Estado argumentó su postura acotando que dedicar recursos a mantener el precio de la gasolina y dejar de aportarlos a acciones prioritarias habría significado que “prácticamente hubiésemos tenido que cerrar buena parte de las escuelas del país”.
Ante esto explicó que los recursos para mantener el precio fijo de la gasolina en el país, representan casi la mitad de la nómina que se paga a maestras y maestros de preescolar, primaria y secundaria. Habría tenido que detenerse todo lo que se dedica a financiar los programas del sector salud, del sector educativo, que son prioritarios para el Ejecutivo y que sin duda están primero.
“A veces hay que optar por el mal menor, y lo que el Gobierno ha decidido es privilegiar el gasto que realiza, y sobre todo las acciones y políticas dirigidas a los sectores más vulnerables de nuestro país”, dijo.
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