Creo no mentir al aseverar que los lunes, nadie allegado al tema, pasaba por alto sus columnas marítimas y portuarias.
Comenzó a trabajar en el Diario El País, del Uruguay, en el año 1943 e ingresó en la planilla de dicho periódico, el 1ro de Enero de 1946 hasta nuestros días, “solo” unos 70 años de trabajo en el periodismo nacional.
Se desempeñó paralelamente como Proveedor Marítimo en diferentes Empresas; como ser la de Estamatio Elefterio; en la de Olson, Noruego que luchó en la Segunda Guerra Mundial y aprovisionaba a buques de la bandera de su patria; con Henry Ljulglmann, también Noruego, quien le contó que había servido en Los Servicios Especiales de Información e Inteligencia de su país en dicha guerra.
Cumplió luego funciones como Despachante de Aduanas en la empresa de Maquiavelo Igorra, según sus comentarios: “siempre disfruté de mi labor, a la que le brindaba mi tiempo y ahínco; recuerda también los engorrosos y burocráticos trámites administrativos que debía realizar con las viejas máquinas de escribir, de las que debía de lograr un Original y 18 copias, las que luego debía distribuir en la Dirección Nacional de Aduanas, Contralor de Importación y Exportación, Banco República, Agencias Marítimas, etc”.
Recuerda la anécdota de haber concurrido a un buque de Bandera Italiana que no tenía dólares americanos, que era la moneda usual de pago en esos tipos de prestaciones y por ello pagarle los servicios prestados proporcionándole una valija llena de Liras expedidas por el “Gobierno Aliado de Ocupación” en dicho país, el cambio se efectuó posteriormente en Nueva York, EEUU.
Cuenta al respecto, que en esas épocas: “con 24 años ganaba muy buen dinero, cumplí el sueño de poseer un MG, varios autos más y de novias no me acuerdo muy bien…”
En 1950 Emilio pasa al equipo de los casados, su vida cambia y si bien continuó con sus actividades periodísticas comenzó a viajar, vivió un tiempo en Hong Kong, Bangladesh, Nueva York y otras ciudades Norte Americanas en varias oportunidades, Filipinas, etc.
Recuerda haber hecho el recorrido del General Douglas MacArthur luego de su juramento de venganza con una de las frases más famosas que pronunció en su vida: “Ishall return” (¡Volveré!).
Estuve, dice: “donde desembarcó en Filipinas con las gafas de sol puestas y a bordo de una lancha de desembarco donde puso pie en Filipinas introduciendo la mitad de las piernas en el agua, exclamando luego: “¡He vuelto!”; fui a Bataán, la isla de Corregidor, Kunsan, etc”.
Trabajó también en la Embajada de Estados Unidos en Montevideo varios años.
Emilio ha recibido a lo largo de su carrera, importantes distinciones Nacionales e Internacionales : condecoración del Gobierno de Bolivia, con la orden Simón Bolívar en el grado de comendador y por el Gobierno de Paraguay con la orden de Mariscal López en el grado de comendador.
Fue condecorado por el gobierno de la República Argentina con la orden de Mayo, en el grado de comendador, por su labor periodística a favor de la Cuenca del Plata, integración regional y hermandad rioplatense y también fue condecorado con el Emblema de la Patria por el gobierno de La República Oriental del Uruguay.
Tuvimos el honor de acompañarlo cuando el Embajador de Polonia lo condecoró con el grado de comendador y medalla especial por sus trabajos periodísticos a favor de la democracia y libertad política de Polonia y una lista de reconocimientos muy importante.
Como se dijo de él y compartimos: “El Sr. Emilio Cazalá, periodista de reconocida competencia en temas marítimos, fluviales y portuarios, ha acreditado una labor valiosa, incansable y constante a favor de los intereses de esta índole, generando así una atención decidida y una preocupación acerca de estos temas, que ha superado con amplitud la de los sectores directamente interesados, generando de tal modo una conciencia nacional a favor de los mismos. Un luchador desde la tribuna periodística, en promoción y defensa de la actividad fluvio marítima portuaria y del transporte por agua, del comercio exterior, cuya prédica supera fronteras.
No podemos dejar de mencionar su lucha histórica por el Puerto de Montevideo, puerto del Litoral y por el Canal Martín García fundamentalmente y por su intensa labor periodística a favor de la Hidrovía Paraná -Paraguay, Puerto Cáceres-Nueva Palmira y la integración de los cinco países de la Cuenca del Plata”.
Les dejo a continuación palabras dichas por Emilio y dirigidas a un grupo de amigos cuando le festejamos su cumpleaños en el Club Naval de Carrasco:
“Les agradezco a Uds. mis amigos, este hermoso encuentro, pensado bajo un festejo cumpleañero, pero en esencia lo interpreto como una demostración de afecto hacia mi persona y ahí está lo grande y valioso de esta reunión pastoral que cala hondo en este viejo corazón rebosante de salud, al que todos los días regalo dos raciones de blondo elixir que piadosamente modero con tres cubitos de hielo, o sea un promedio de 90 cubitos mensuales lo que habla a favor de mi prudencia.
Es evidente que a Uds. y a nosotros nos unen muchas cosas valiosas que hemos elevado al nivel de virtud: seriedad, responsabilidad, buen criterio, actitud positiva, coincidencia intelectual, actitud de trabajo, hombres prudentes y todo esto manejado rigurosamente por las contrapartes conducen a generar estrechas amistades, no veo otra camino para tales resultados. También he mantenido a lo largo de estos años la humildad, incluso ante mis patrones y jefes, que aprecio y quiero y digo humildad, porque nunca he dejado de pensar que ellos tienen el permanente derecho, escoba en mano, a pensar que siempre hay alguien que puede hacer las cosas mejor que yo.
En lo demás, debo decirles que a lo largo de mi longeva vida he sido abrumado por los dones del Señor, que ha seguido mis actos y yo he seguido las reglas. Pero también debo decir que nuestro Señor, no es ningún tonto que regale sus dones gratuitamente a cualquier pedigüeño, así que en mi caso me he sacado las manos del bolsillo, me puse a trabajar sin reloj, he hecho y cumplido mi parte del pacto y lo hice con esfuerzo y vocación de servicio, con menos horas de sueño, poquísimas vacaciones y mucho sudor, no hay otra.
De esta forma he llegado a tener todo cuanto necesito, incluso tres autos de colección y a mi edad me entrego al desenfreno de un aspirante a playboy para sorpresa de mucha gente cuando me ve paseando por la rambla en mi sport acompañado de una anciana que no tiene la menor noción de lo que está pasando. Esto no lo hacen todos.
Por último, hablemos del éxito a la luz de mi experiencia.
El éxito tardará menos en llegar si se tienen en cuenta las siguientes condiciones:
1) Una insaciable curiosidad por todo
2) Una mente abierta a las ideas frescas y al cambio
3) Un saludable descontento con las cosas tal como como son y una visión de cómo deberían ser
4) Una relación personal con la naturaleza y las artes
5) La capacidad de soñar de día y de noche dormir libre de problemas y a pata suelta.
6) Capacidad de sorpresa con perfil inocente, lo cual permite aprender de quienes saben mas
7) Jamás contaminar la amistad con noticias personales tristes.
8) Apostar cada día al triunfo
9) Sentirse siempre ganador
10) Recordar siempre que los frenos son imprescindibles pero no hacen marchar un auto.
11) Dios ha establecido las reglas de juego, quien no las cumpla, pierde.
12) Lo importante no es que exista Dios, sino que yo crea en Él.
Emilio festejó su cumpleaños 93, nació el 8 de Setiembre de 1923 en Montevideo.
Luis Jaunsolo Portillo
Redactor especial de ICN Diario