El viejo dirigente político del Partido Socialista chileno, Ricardo Lagos (78), que ya presidió Chile entre el 11 de marzo de 2000 y el 11 de marzo de 2006, ante la baja de la popularidad de la también socialista Michelle Bachelet, ha vuelto al ruedo político anunciando desde su blog personal que “El mundo ha experimentado profundos cambios económicos, políticos y sociales que han modificado radicalmente la forma en que las sociedades viven, producen, se integran. Se han desarrollado oportunidades insospechadas para la humanidad y generado nuevos riesgos y peligros para el planeta”.
El septuagenario líder socialista, que en caso de ganar las elecciones presidenciales del 2017, asumiría en 2018 con 80 años, ha expresado en su mensaje que “Es paradojal que, en el momento en que Chile goza de niveles de libertad y bienestar más altos de su historia, reine un clima de desconfianza, de crisis de legitimidad de las instituciones y de pesimismo hacia el futuro. La codicia, la corrupción y la división amenazan el futuro del país. De no cambiar este clima, lo pagarán las generaciones venideras”, dijo sin hacer referencia puntual al caso de presunta corrupción que involucra a la familia de la presidenta Bachelet; el caso Caval, donde aparecen acusados su hijo Sebastián y su nuera Natalia.
Lagos anuncia que “Si chilenas y chilenos consideran que nosotros podemos llevar adelante una propuesta de avance y progreso y que entregue a las nuevas generaciones un Chile fortalecido, yo no me restaré a ese desafío. Para emprender ese camino, sin embargo, es necesario que se reúnan con decisión muchas voluntades”, aclara.
Luego agrega: “Será un camino difícil, pero con un objetivo noble: que las reformas que el país debate y requiere alcancen sostenibilidad en el tiempo, cuenten con los recursos adecuados y la gente las haga suyas. Si en este camino se hace necesario asumir responsabilidades mayores, las enfrentaré como siempre lo he hecho”.