La familia Alsabli llegó a Salto el 14 de octubre de 2014 huyendo de la cruenta guerra que se libra en Siria. Su ilusión era vivir mejor. Viajaron, dicen, con la promesa de un próspero futuro laboral. Sin embargo, esto, sostienen, no sucedió. Y hoy, hundidos en la pobreza, quieren emigrar hacia otras tierras, destaca el medio de prensa uruguayo.
“Nos mostraron maravillas de Uruguay y nos dijeron que mis hermanos mayores iban a conseguir trabajo enseguida. Como queríamos mejorar nuestros padres aceptaron el ofrecimiento, pero estamos mucho peor que antes. Nunca nos dijeron que vivir aquí era tan caro”, dijo uno de los hijos de Alsabli, el padre de familia.
En setiembre de 2015, las familias sirias protestaron frente a la sede del gobierno nacional en Montevideo, exigiendo irse a otro país.
El actual presidente de Uruguay Tabaré Vázquez, que heredó la situación creada por su compañero de partido, José Mujica, dijo en ese momento que “El gobierno (uruguayo) estableció contactos con el Líbano para saber si podían recibir a los refugiados sirios y dijeron que no”, aseguró Vázquez a los periodistas.
“Uruguay no les prohíbe a los sirios salir, pero hay que ver qué país los recibe”, explicó el presidente Vázquez y luego añadió que el gobierno uruguayo hizo gestiones en un intento por cumplir con sus pedidos pero fueron infructuosas.
Maher Aldees, jefe de una de las familias, aseguró al periódico El Observador, que el gobierno uruguayo los engañó con “palabras muy lindas”, que no es la vida que les prometieron, “vivir en el Líbano era mejor que acá”, manifestó.
El comunicado del gobierno de Uruguay
En virtud de la nota periodística publicada el día 1 de julio en el diario El País, titulada “Familia de refugiados sirios: ‘Ahora estamos mucho peor que antes’, la Secretaría de Derechos Humanos de Presidencia de la República, a través del Programa de Reasentamiento de Personas Sirias Refugiadas en Territorio de la República Libanesa, ve necesario establecer algunas precisiones.
Vale remarcar que en el caso de las cinco familias sirias que llegaron a Uruguay en octubre de 2014, el énfasis del Programa ha estado en generar estrategias de autonomía que les permitan autosustentarse una vez que dejen de recibir apoyo económico del Estado. En cada caso se valoraron las características y habilidades específicas de cada núcleo familiar para buscar soluciones adaptadas. En el caso de la familia mencionada en la nota, se buscó aprovechar que varios de sus integrantes contaban con conocimiento y experiencia en actividades agrícolas y ganaderas. Para ello, el Programa realizó coordinaciones con el Instituto de Colonización para la sesión de una chacra de 35 hectáreas en el departamento de Salto.
Asimismo, el Programa realizó las gestiones correspondientes para asegurar la inclusión educativa (siete de los hijos de la familia concurren a la escuela y dos al liceo), sanitaria (todos los integrantes de la familia se encuentran inscriptos en el Sistema Nacional Integrado de Salud) y laboral de los integrantes de esta familia.
Es, por tanto, completamente inexacto afirmar que la familia, que además cuenta con una vivienda perfectamente habitable y –como se vio– una chacra para producir, se encuentre “sumergida en la pobreza”.
Respecto a las presuntas “promesas incumplidas” del gobierno y la intención de trabajar de los integrantes de la familia, el Programa reitera que se viene cumpliendo con el cronograma previsto de apoyo económico y técnico para las cinco familias, cronograma que estuvo en conocimiento de las familias desde el primer momento, y que no existen promesas más allá de este cronograma de apoyo, asegura el comunicado del gobierno uruguayo, destaca la parte medular del comunicado del gobierno uruguayo.
Creo que son unos mal agradecidos,ayudarlos es una cosa,y regalarles todo es otra.Sosposcho que ellos lo quieren todo regalado y sin esfuerzo.
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