La presidenta de Chile, Michelle Bachelet aseguró a la ciudadanía que no existe ninguna obligación de negociar con Bolivia por la demanda marítima presentada por el Ejecutivo de este país ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, para obtener una salida soberana al océano Pacífico por territorios que en la actualidad pertenecen a la nación austral.
“Yo quisiera reiterar a nuestros compatriotas, que la soberanía de nuestro país no está en juego, de ninguna manera, y que en esta fase vamos a demostrar, más allá de toda duda, que no existe ninguna obligación de negociar”, puntualizó.
Las declaraciones las realizó la jefa de Estado tras recibir la versión final de la Contramemoria del caso de la demanda marítima de Bolivia, instancia que contiene los argumentos jurídicos e históricos de la postura chilena en esta materia.
“Este es un trabajo de altísima calidad, coordinado, hecho por expertos, por juristas internacionales y nacionales, por profesionales que están detrás de la Contramemoria, y hemos enfrentado esta demanda y este desafío, a través de lo que ha sido una política de Estado invariable en nuestro país”, dijo.
En esta línea la Mandataria explicó que tanto el Ministro de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz, y el Agente de Chile ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, José Miguel Insulza viajarán a entregar una copia de esta Contramemoria a las autoridades pertinentes del Tribunal de La Haya antes del 25 de julio.
“Próximamente, tanto el Canciller como el Agente, viajarán a La Haya para entregar una copia de esta Contramemoria, más 5 libros anexos, con todos los datos anexos, que permitan tener toda la confirmación de lo que aquí se está planteando, para entregarlo a la Corte Internacional de Justicia, antes del plazo fijado por la Corte, que es el 25 de Julio de 2016”, expresó.
Por su parte el Canciller expresó que “no está en juego la soberanía territorial ni marítima del país. Lo que hay es una discusión con respecto a si las conversaciones que tuvieron lugar a través de la historia entre Bolivia y Chile constituyen una obligación, cuestión que nosotros decimos que no corresponde, porque es de la naturaleza de las relaciones internacionales el sentarse a escuchar y tener intercambios diplomáticos”.