Quito, (Andes).- El ministro de Defensa de Colombia, Luis Carlos Villegas, y su par venezolano, general Vladimir Padrino, se reunirán este viernes en Santa Marta, capital del departamento colombiano de Magdalena, para abordar asuntos relacionados con la problemática en la frontera común.
La cita concebida inicialmente para el martes previo, fue reprogramada a solicitud del gobierno de Nicolás Maduro.
En la reunión ambos titulares dialogarán sobre los mecanismos bilaterales de seguridad para combatir el contrabando, el crimen organizado y otras modalidades delictivas en la zona limítrofe.
El encuentro tiene como precedente otro similar celebrado en Caracas, al que asistieron, además, las cancilleres María Ángela Holguín, de Colombia, y Delcy Rodríguez, de Venezuela, para perfilar acciones conjuntas en sus fronteras.
Estas reuniones son resultados de los acuerdos adoptados en Quito el pasado 21 de septiembre por los presidentes de Colombia, Juan Manuel Santos, y de Venezuela, para normalizar progresivamente la situación en la frontera, luego de la situación creada tras la decisión del gobierno de Caracas de proceder al cierre parcial de sus límites binacionales.
En la cita ecuatoriana, los mandatarios acordaron retornar a sus respectivas plazas a los embajadores que habían sido llamados antes a consulta y también accedieron a investigar a fondo lo acontecido en esas regiones, según lo pactado en el encuentro realizado tras una gestión de las presidencias pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que ostenta este 2015 Ecuador, y de Uruguay, por la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
Entre los acuerdos, Santos y Maduro convinieron reactivar equipos conformados por ministros de los dos países para tratar los temas fundamentales del borde territorial compartido, en la búsqueda de una solución compartida a la crisis fronteriza.
A finales de agosto el gobierno venezolano cerró parcialmente pasos hacia Colombia luego del ataque a tres soldados por paramilitares, presuntamente provenientes del otro lado de la línea divisoria, tras lo cual fueron repatriados unos 1.400 colombianos radicados en territorio venezolano, aunque la medida, según la ONU, habría afectado a unos 20.000 ciudadanos en esa zona entre las dos naciones suramericanas.
Venezuela tomó la decisión el 19 de agosto con el argumento de resolver problemas fronterizos, a lo que se sumó el incremento de la vigilancia para enfrentar el contrabando de extracción de mercancías y combustible con destino al país colindante, y el paramilitarismo.
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