Presidente del Congreso dice que votar destitución de Rousseff no es prioridad

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El presidente del Senado y del Congreso Nacional de Brasil, Renan Calheiros (Foto: Agencia Brasil)
El presidente del Senado y del Congreso Nacional de Brasil, Renan Calheiros (Foto: Agencia Brasil)
El presidente del Senado y del Congreso Nacional de Brasil, Renan Calheiros, comentó que “la gente pregunta acerca de la destitución (de la presidenta), acerca del análisis de las cuentas de los gobiernos anteriores y de este gobierno, y yo digo que eso no es una prioridad. Porque, si el Congreso lo convierte en una prioridad, estaremos prendiendo fuego a Brasil. Y eso no es lo que la sociedad quiere de nosotros”.
Calheiros, uno de los principales dirigentes del PMDB, el mayor partido de la coalición del gobierno, hizo la declaración luego de reunirse con varios ministros en su residencia oficial. El objetivo del encuentro fue definir una agenda para reanudar el crecimiento económico y otras reformas que sean necesarias para el país. En la opinión de Calheiros, esa agenda debe ser lo suficientemente amplia para reunir las fuerzas políticas en torno a ella.
“Creo que la agenda tiene que lidiar con todo: la reforma del Estado, la coalición, el apoyo del Congreso. Creo que ese modelo político, esa coalición, ya no tiene espacio hoy día. Tenemos que dar fundamento al ajuste, a la agenda de reanudación del crecimiento, señalar con claridad el futuro de Brasil y construir un consenso respecto a ese futuro”, dijo el presidente del Senado.
Otro nombre destacado del PMDB, el senador Romero Jucá, también asistió a la reunión con los ministros y dijo que la propuesta es que el Senado se encargue de “liderar la reanudación económica”.
“El Congreso debe tratar de establecer lo que quiere y luego buscar una convergencia. Creo que, en el grave momento que atraviesa el país, debemos tratar de construir esa convergencia para superar la dificultad económica. Si logramos hacerlo, será una victoria de la política”, dijo Jucá.
El mismo lunes (10), en el pleno del Senado, representantes del PT, partido de Rousseff, también hablaron para defender el mandato de la presidenta. El líder del partido, Humberto Costa, subrayó que el país está experimentando una grave inestabilidad política, que requiere de todos los líderes responsables un esfuerzo en favor de un grande consenso nacional. Según Costa, las empresas están empezando a sufrir los efectos de esa inestabilidad y la economía es la más afectada por el comportamiento que él considera irresponsable.
Humberto Costa también declaró que la presidenta no será impedida de gobernar y aseguró que los movimientos sociales favorables al gobierno y los militantes del PT no asistirían pasivamente a la destitución de una presidenta elegida legítimamente. “Este país viviría una convulsión porque, sin legalidad y sin legitimidad, ninguna coalición política que sucediera a Dilma podría ser aceptada por los brasileños”, dijo el parlamentario.