Rosario Murillo dio lectura a la carta e informó que la misma fue entregada por el Embajador de Nicaragua en Estados Unidos, Francisco Campbell, al Departamento de Estado el día 28 de julio.
En la misiva, Ortega apeló a los poderes que la Constitución Política de Estados Unidos le confiere al Presidente Obama para conceder indulto y perdón a personas condenadas a la pena capital. “Usted en casos muy especiales puede ejercer ese derecho humanitario a favor de un ciudadano sobre quien pende la pena capital”, dice la misiva.
El Presidente nicaragüense explica que Bernardo Abán Tercero fue condenado a la pena de muerte tras cometer un grave delito en Estados Unidos, cuando era menor de edad.
“Por ello acudo a usted consiente y conocedor de su connotado humanismo, señor Presidente, y sabiendo también que para el derecho consuetudinario de los Estados Unidos de América, por tratarse de un delito cometido por un menor, sería un castigo cruel e inusual en detrimento de la Carta Magna de los Estados Unidos, según lo establecido en los artículos 8 y 14”, señala la misiva.
“Valorando la justa dimensión y las circunstancias del hecho en que se vio involucrado este joven nicaragüense, y haciendo eco del clamor de su familia, yo formulo este pedido de clemencia a usted, Señor Presidente Barack Obama, como dirigente de esa gran nación, sublime de ideales compartidos y de luchas en derechos humanos y civiles, que fueron el fundamento de la Carta Internacional de los Derechos Humanos, la Convención Americana sobre Derechos Humanos y el Pacto Internacional sobre los Derechos Civiles y Políticos”, expresó el Presidente Daniel Ortega en la carta.
“Su decisión oportuna a favor de este acto de clemencia para Bernardo Abán Tercero, será un legado de humanismo a su gestión y será recordada por nuestro pueblo y por todos los que en este planeta luchamos a favor de la vida, la fraternidad y la amistad entre todos los seres que poblamos la tierra”, concluye la misiva.
Tras la lectura de la carta, Rosario Murillo señaló que este caso ha sido retomado por los medios de comunicación en el país y expresó que se espera que este pedido de clemencia sea escuchado.
La condena
La condena de muerte es porque el 31 de marzo de 1997, Tercero y un cómplice irrumpieron en una lavandería con el propósito de atracarla cuando el nicaragüense se enzarzó en una pelea con un cliente del establecimiento, Robert Berger, al que le disparó, según ha informado TN8.
Berger estaba acompañado de su hija de tres años en el momento del atraco.
Lo que deja en polémica esta condena, es que aparentemente Tercero tenía 17 años al momento de cometer el crimen, factor que lo inhabilita para la ejecución, reservada a mayores de edad, pero hay cierta confusión respecto de la fecha de nacimiento real del nicaragüense, que oscila entre 1976 y 1979.
Las autoridades sostienen que el nicaragüense nació en 1977, de manera que tenía 19 años cuando asesinó a Berger, por lo que sí puede recibir una inyección letal.