La revista de Bogotá, Semana, informó que “Samper entró tranquilamente (a Estados Unidos) con el pasaporte diplomático que utiliza como secretario general de Unasur”.
La financiación a su campaña política por parte del cartel de las drogas de Cali, ameritó que el gobierno norteamericano le cancelara la visa a Ernesto Samper en 1996. El propio Samper admitió: ‘Yo reconozco que en mi campaña se utilizaron dineros del narcotráfico, pero fue a mi espaldas’, dijo a modo de disculpa. Algo que pocos creyeron.
El entonces cardenal colombiano y arzobispo de Bogotá, Pedro Rubiano Sáenz, señaló que el hecho de que el presidente Samper no se hubiera dado cuenta del ingreso de grandes cantidades de dinero del narcotráfico a su campaña presidencial, era como «si un elefante se mete en tu casa y no te enteras».
El vocero del Departamento de Estado de la administración Clinton, Nicholas Burns, dijo: “Nuestro mensaje es claro y es simple: las personas que conscientemente ayuden a los narcotraficantes no son bienvenidas en los Estados Unidos”, y agregó Burns: “El presidente Ernesto Samper fue advertido en 1993 por sus mismos funcionarios de que no utilizara el dinero del narcotráfico para financiar su campaña electoral, y sin embargo, lo hizo”, explicó el funcionario norteamericano.
Luego de entrevistarse con Ban Ki-moon, Samper publicó una fotografía en Twitter del encuentro y escribió: ‘Paz en Colombia y situación Venezuela fueron dos temas prioritarios en la reunión con el SG de la ONU Ban Ki Moon’.
Por su parte EEUU no aceptó el ofrecimiento de Nicolás Maduro para que Ernesto Samper actuara como mediador en el conflicto y que las conversaciones deberían seguir a través de los canales diplomáticos, ya que ambos países tienen sus embajadas.
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