Spot italiano contra la violencia de género

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Por estos días, en el hemisferio sur de América Latina, se ha venido gestando un clima de ebullición con respecto a la violencia de género. Teniendo su clímax el miércoles 3 de junio, en una marcha multitudinaria.
Tanto en Uruguay como en Argentina, se movilizaron miles de personas buscando sensibilizar sobre la desnaturalización de la violencia en todas sus formas, y la expresión más cruda de la violencia machista: el feminicidio. Bajo la consigna: “Ni una muerte más” a través de performances y proclamas; pidiendo mayores políticas de estado, y a la sociedad un cambio de conciencia ya que a todos, en algún punto, nos involucra.
Con el hashtag# NiunaMenos la manifestación se volvió mundial, al ser compartida mediante Twitter, con más de 270 mil publicaciones. El lugar preponderante de las redes sociales en la actualidad, sirve para que una problemática que lleva siglos cargándose delitos contra la mujer, pueda rápidamente convertir en visible lo velado por todos.
El video
En línea con esta tendencia, el sitio web italiano Fanpage, filmó un video en el marco de un experimento para revelar cómo pueden reaccionar los niños si se les pide, luego de acariciar a una chica, que la golpeen. El video se hizo viral en Facebook y obtuvo más de 140.000 visitas en YouTube.
Las reacciones de los niños son absolutamente sorprendentes y ejemplificadoras.
Son pequeñas muestras de una causa mundial sin límites geográficos o culturales, que mata a miles de mujeres por día, cual epidemia. Es la familia, el primer y principal vínculo socializador, que acompaña al ser humano durante toda su vida, de ahí la necesidad de que esta sea ejemplo, y eduque a cada uno de sus miembros en relaciones: de equidad, de afecto, de colaboración.
Para pensar
El cambio por parte de los adultos es no seguir reproduciendo en nuestros niños modelos de conducta violentas. Es una frase muy manida: “Los niños son el futuro de nuestra sociedad”. Pero es cierta y es nuestra responsabilidad viabilizar el cambio, al ser actores directos de esta realidad. La violencia no es natural, no se hereda, no es una forma de enfrentamiento adecuada, ni es una forma de amar. El amor, como el educar, nunca puede venir de la mano del golpe o la humillación. Se trata de lograr equidad. La violencia se enseña y se aprende, y este fenómeno puede cambiar. Para ello debemos interpelarnos y establecer que la base de los vínculos sean el respeto, la tolerancia y la responsabilidad compartida.
Ojalá en un futuro cercano las conductas que tienen como base: la violencia económica, la explotación sexual, el acoso callejero, el ciberacoso, el acoso laboral, la violencia en el noviazgo- ingredientes todos de un caldo de cultivo para el feminicidio-. Sean vistas como parte de un pasado, nefasto, pero pasado al fin, sin posibilidades de convertirse en tiempo presente.
Daniela Arismendes
Editora de Cultura ICN
https://youtu.be/x82bekq0Rzg