Gobernador de Puerto Rico reconoce que la deuda pública es impagable

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El gobernador Alejandro García Padilla (Foto:  fortalezaproficial)
El gobernador Alejandro García Padilla (Foto:
fortalezaproficial)
Puerto Rico tiene una deuda pública de 72.000 millones de dólares y está en la búsqueda de una reestructuración. El gobernador Alejandro García Padilla, admite que la deuda de la isla es impagable y anuncia que se ha creado un grupo de trabajo para la recuperación económica de este Estado Libre Asociado a Estados Unidos.
El gobernador en su cuenta de Twiiter, señala la gravedad de la crisis y puntualiza: “No podemos permitir que nos obliguen a escoger entre pagarles a policías, maestros y enfermeras, o pagar la deuda”.
Este lunes ha enviado un mensaje televisado a los ciudadanos donde expone que “Llego a tu hogar esta tarde para hablarte sobre la economía y la situación fiscal de Puerto Rico. Como sabes, la situación es en extremo difícil. Pero como siempre, y al igual que tú, sigo convencido de que Puerto Rico unido podrá superar cualquier crisis.
Esta tarde, te quiero hablar sobre la realidad que enfrentamos y la hoja de ruta que nos permitirá, con mucho esfuerzo y sacrificio, restablecer el crecimiento para ti y para tus hijos. Para que tu trabajo no vaya únicamente a pagar la deuda asumida en el pasado, sino para que el país pueda prosperar, como siempre lo ha hecho, con el sudor de cada trabajador y trabajadora”.
Más adelante García Padilla, dice: “El informe nos enfrenta a una dura realidad. La deuda pública, considerando el nivel de actividad económica actual, es impagable. Pero además, el tamaño de esa deuda nos impide salir del ciclo de recesión y contracción. Ante esta situación, todos tenemos que asumir nuestra responsabilidad.
Escuchen esto bien claro: no se trata de política. Se trata de matemáticas.
El nivel de deuda hoy es esencialmente el mismo que hace dos años y medio. Heredamos una deuda de $70 mil millones y está prácticamente igual. Por eso nadie puede decir, en justicia, que se trata de préstamos asumidos por esta administración”.
Crisis preocupante
En su mensaje el gobernador expresa: “El informe enfoca en nuestra realidad de forma mucho más precisa que cualquier otro estudio reciente. El informe delata que encontramos métodos anticuados de contabilidad, corporaciones públicas sin fuentes propias de ingresos, falta de controles fiscales, estadísticas no confiables, y otros factores, que conspiran, contra la buena voluntad de muchos servidores públicos, para producir la situación que tenemos ante nosotros.
En el pasado el Gobierno podía barrer los problemas debajo de la alfombra, dejando para después su solución y tomando más dinero prestado. Ahora, es momento de enfrentar nuestros problemas y atenderlos de una vez y por todas. La deuda heredada es tan grande que no nos permite acceso a los mercados financieros y nuestra economía no genera suficientes ingresos para repagar las obligaciones asumidas.
Según reza el propio informe, aún si prospectivamente aumentáramos contribuciones y recortáramos más los gastos, la magnitud del problema es tal, por el peso de la deuda que arrastramos, que nada resolveríamos.
Por otro lado, si continuáramos tomando prestado para cubrir los déficits de las agencias, las corporaciones y los sistemas de retiro, el informe revela que para el 2025 la deuda se habría duplicado. O sea, de poco más de $70 mil millones hoy, a más de $140 mil millones en solo diez años – cantidad que equivaldría a un préstamo de más de $40,000 por cada hombre, mujer, niño y niña en Puerto Rico.
De la única forma que saldremos de este atolladero es si nos unimos y estamos dispuestos todos – incluso los bonistas – a asumir algunos sacrificios compartidos hoy, para que mañana podamos compartir los beneficios de una economía en crecimiento. Sí, es hora de que también los que prestaron se unan a la mesa de los sacrificios, a la que nos sentamos ya nosotros, para luego participar también juntos, a la mesa, de los frutos de ese sacrificio”.
Reestructuración
El gobernador sostiene en su mensaje que “Puerto Rico necesita, y te propongo, un plan de reestructuración y desarrollo completo, comprensivo y abarcador, que atiende, no a corto, sino a largo plazo, y de forma definitiva, el inmenso problema que hoy enfrentamos. De no lograrlo, la alternativa sería el impago unilateral y no planificado de las obligaciones, con todas las consecuencias negativas que esto implica para cada uno de nosotros. Para que eso no suceda, debemos, actuar ahora.
El primer paso, y el más importante, será restablecer el crecimiento económico. Aunque serán necesarios más ajustes fiscales, queda claro que sin un crecimiento agresivo de la producción en Puerto Rico, nunca saldremos del ciclo vicioso de contracción, emigración, austeridad e impuestos. La agenda económica que implantamos desde el comienzo de mi gobierno, ha logrado avances en la creación de empleos, manufactura, agricultura, la industria aeroespacial, de servicios de salud, y de investigación y desarrollo, y así lo refleja la baja en el desempleo, pero, nuevamente, hace falta hacer más, hace falta hacer mucho más.
Para volver a generar riqueza, promoveré legislación localmente para hacer más competitivas nuestras leyes para atemperarlas a la realidad actual de forma que promuevan la creación de empleos y una mayor expansión de la empresa privada. Abogaré por una reforma del sistema de beneficencia social a nivel federal, que en conjunto creen las condiciones para que los patronos e inversionistas contraten más empleados, y para que trabajar en Puerto Rico deje más dinero que recibir asistencia pública.
El sector privado, y no el gobierno, tiene que ser el principal promotor de creación de empleos en Puerto Rico, por lo cual facilitaremos la inversión privada en construcción y en nuevos negocios, y levantaremos una nueva clase empresarial nativa”.
Voluntad de pagar
“No estamos reestructurando la deuda en un vacío. Todas las medidas que tomamos en estos últimos dos años demuestran nuestra voluntad de pagar y, de no haberlas tomado, no estaríamos en posición hoy de reclamar la reestructuración. Hemos hecho todo lo que estaba en nuestro poder, pero, según demuestra el informe, el próximo paso tiene que ser lograr términos más favorables para el pago de nuestra deuda. Compartiendo el sacrificio con los acreedores, podremos salir adelante.
El fracaso de esta estrategia no le conviene a nadie. Puerto Rico no tiene la capacidad de continuar pagando conforme a los términos actuales. Eso no le conviene a quienes nos prestaron y no nos conviene a nosotros.
De nuestra parte, tenemos que cambiar de forma fundamental la operación del gobierno. Se trata de usar mejor los recursos del gobierno. Lo cual me lleva al tercer punto que te quiero presentar hoy. Para capitanear ese cambio, el Grupo de Trabajo también tendrá la tarea de preparar, en estrecha coordinación con el liderato legislativo, una agenda de responsabilidad fiscal a largo plazo dirigida a:
Establecer los parámetros para un plan de ajuste fiscal a cinco años;
Proponer reducciones adicionales en el gasto – incluyendo recortes en algunos servicios. De esta forma, insistiremos en evitar aumentos en las contribuciones;
Aumentar la captación de recaudos en función de una reestructuración operacional de Hacienda;
Promover alianzas con la empresa privada para la provisión de algunos servicios que hoy provee el sector público, como los exitosos modelos del puente Moscoso, el aeropuerto y el expreso de Arecibo;
Hacer cambios radicales en la forma en que se trabajan las finanzas del gobierno y las estadísticas sobre la economía, para proveer mayor transparencia y credibilidad;
Garantizarle al ciudadano la provisión de servicios esenciales y al pensionado un sustento digno, y;
Crear una Junta Fiscal que, fuera de líneas partidistas, garantizará continuidad y el cumplimiento con los compromisos que asumamos en este proceso de reestructuración. Esta Junta deberá descargar su responsabilidad de forma ininterrumpida y fuera de los ciclos electorales.
El Grupo de Trabajo tendrá hasta el 30 de agosto para desarrollar, en diálogo con una amplia representación de sectores interesados, el plan dirigido a estas reformas económicas y fiscales, de tal forma que el mismo pueda ser considerado y aprobado en la sesión legislativa que comienza a mediados de agosto”, dijo el gobernador de Puerto Rico.