Una inexplicable ley electoral española, permite que dos partidos que perdieron se unan y logren la mayoría suficiente para formar gobierno, contraviniendo lo que votó la mayoría.
Esta alianza post electoral entre antipopulistas (PSOE) y populistas (Podemos), que se lanzaron duros ataques en la campaña electoral, han sepultado sus diferencias para posiblitar que el candidato socialista, Emiliano García-Page, presida el gobierno de Castilla-La Mancha.
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, fue categórico al negar un posible pacto con Podemos: “Ni antes ni después el Partido Socialista va a pactar con el populismo” y más tarde agregaba en forma contundente: “el populismo es la Venezuela de Chávez, la pobreza, las cartillas de racionamiento, la falta de democracia y, sobre todo, la desigualdad”, dijo en una entrevista en Antena 3 en septiembre de 2014, haciendo referencia al estrecho acercamiento que tiene Podemos con el gobierno chavista de Venezuela.
Sánchez fue aún más duro y así habló de su hoy socio en los pactos: “Pablo Iglesias ha hecho de la mentira su forma de hacer política”, pues “se presentó hace meses con un programa electoral del que ahora reniega”. Asimismo, apuntó que “más que Podemos debería llamarse no sabemos, porque no sabemos ni qué van a hacer con la Semana Santa”, dijo en enero de 2015.
Sin embargo, todo ha cambiado y populistas y antipopulistas, pactan para lograr gobernar en distintas regiones de España.