Quito, (Andes) – El gobierno de Ecuador convocó este jueves a un gran diálogo nacional por la justicia social y la equidad que estará encabezado por los ministerios y por el propio presidente Rafael Correa y que pretende involucrar a toda la sociedad, ciudadanos, gremios, banca y sector empresarial, anunció el secretario nacional de Planificación, Pabel Múñoz, en rueda de prensa.
El objetivo de este llamado es crear conciencia de las condiciones estructurales que causan la pobreza, pese a los significativos avances del país andino en la reducción de esa problemática, y el enfrentamiento de dos modelos: el de la acumulación de la riqueza en pocas manos y la necesidad de crear oportunidades y condiciones más justas para todos.
“La desigualdad es un problema en Ecuador; la profunda desigualdad es un problema en América Latina, y la acumulación y concentración de la riqueza en muy pocas manos es un problema a nivel mundial”, dijo el secretario de Estado quien descartó que la convocatoria se deba a las protestas registradas en los últimos días en contra de las leyes para la Redistribución de la Riqueza y para las Ganancias Extraordinarias.
Mencionó que en Ecuador se ha avanzado hacia una sociedad más justa y justicia redistributiva durante los ocho años de gobierno del presidente Correa, sin embargo, dijo que la inequidad y la desigualdad en el país aún son profundas.
Por ejemplo, indicó, en Ecuador el 2% de las familias posee el 90% de las grandes empresas. Y reflexionó en que la acumulación ha sido producto de las relaciones de explotación, por relaciones políticas y no por relaciones naturales.
“Hay mucha pobreza en Ecuador, por condiciones políticas determinadas. Se logró, sobre todo en años anteriores, llegar a niveles insoportables de acumulación y pobreza porque nadie tuvo la entereza de discutir y disputar las relaciones de poder”, sostuvo.
En este sentido, el gobierno socialista plantea poner en debate la retribución social de la riqueza y la necesidad de encontrar un equilibrio en ese tema.
“Esto no es para el beneficio de unos pocos pobres, al final del día una sociedad más justa y con mayor equidad es una sociedad mejor para todos”, enfatizó el secretario de Planificación.
Los principios del diálogo son: la construcción de más sociedad, priorizar el bien común por sobre los intereses personales y demandas corporativas, generar corresponsabilidad; garantía de derechos y responsabilidades ciudadanas y profundizar la democracia, expuso el titular de la Secretaría Nacional de Planificación, ente que coordinará el proceso de diálogo.
Aunque no hay un plazo determinado, Múñoz indicó que en tres meses (el 15 de septiembre) se realizará una evaluación del proceso. Durante el inicio del mismo se activará a todos los ministerios.
Además, el funcionario dijo que el diálogo se había iniciado ya la semana pasada con 2.500 indígenas en la provincia centroandina de Chimborazo. Continuará la semana próxima con actores de la economía popular y solidaria, y posteriormente se integrará a la banca y al sector financiero.
Para el efecto, se utilizará “todas las herramientas posibles”. Los diálogos se realizarán en los barrios, con reuniones gremiales y ciudadanas.
El repertorio va a ser lo más amplio posible, desde el cara a cara hasta las herramientas virtuales”, subrayó Pabel Múñoz quien no descartó que el propio presidente de la República lleve adelante encuentros con ciudadanos.
Respecto a la continuidad de las manifestaciones, pese a la decisión del gobierno de retirar los dos proyectos legales que originaron su convocatoria, el secretario de Planificación dijo que existen sectores que han querido pescar a río revuelto y que en el diálogo que se ha convocado se recogerá el espiritu “sensato y democrático” de las marchas.
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