Del dicho al hecho… Las conclusiones de las cumbres europeas no siempre llegan a ley

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¿Es fácil convertir en legislación los acuerdos intergubernamentales? Hemos realizado un seguimiento para comprobar cómo progresa la legislación desde que la reclaman los dirigentes nacionales en las cumbres de la Unión Europea, hasta que sus Gobiernos y el Parlamento Europeo aprueban el texto jurídico definitivo. La velocidad del proceso depende tanto de la situación política como del tema en cuestión. Pero está claro que convertir las promesas de las cumbres en medidas prácticas no es fácil.
“Proporcionar a la Unión el impulso necesario para su desarrollo” es el papel del Consejo Europeo, con frecuencia rebautizado como “cumbre”. El Consejo Europeo reúne a los jefes de Estado o de Gobierno de los veintiocho países de la Unión Europea (UE). Es el foro en el que los dirigentes debaten sobre las cuestiones que afectan a la UE y marcan la pauta a seguir. Se trate de la crisis, de las relaciones con potencias extranjeras o de cualquier otro tema, las cumbres fijan la agenda de la UE, agenda que los Gobiernos luego deben aplicar mediante normas comunes.
La Comisión Europea propone tales normas, que luego son debatidas, modificadas y finalmente aprobadas o rechazadas por los colegisladores: por un lado los Gobiernos, en el seno del Consejo de la UE o Consejo de Ministros, y por otro lado, por supuesto, el Parlamento Europeo.
Lo cierto es que hay mucho trecho entre el impulso inicial y la adopción de normativas. Y cuando los Gobiernos no logran ponerse de acuerdo en uno u otro aspecto de una propuesta que ellos mismos han puesto en marcha, la propuesta puede terminar congelada en el Consejo de la UE durante meses, años o, incluso, décadas.
Para que nada caiga en el olvido, el Servicio de Investigación Parlamentaria de la Eurocámara irá actualizando a partir de ahora una lista de compromisos legislativos que detalla en qué punto del procedimiento se encuentran. Para ello, los colorea de verde, amarillo y rojo según estén, respectivamente, completos, registren avances, o no avancen.
La economía avanza. El medio ambiente, rezagado
Al clasificar los datos en diferentes temas, la gran prioridad de los responsables políticos en los últimos años está clara: las políticas económica, financiera y social directamente relacionadas con la crisis son las que arrojan con mucho la tasa más elevada de realización. El medio ambiente y la política exterior quedan muy atrás.
Aunque las razones para que no haya avances o sólo algunos avances son muy variables y que, en ocasiones como en los asuntos exteriores, puedan ser completamente ajenas a la Unión Europea y a sus Estados, los retrasos se deben con demasiada frecuencia a los desacuerdos entre los Estados de la Unión Europea.
Unas fichas no bastan para facilitar todas las respuestas, pero sí dan una imagen útil para comprender en qué hay acuerdo y en qué queda mucho trecho por recorrer para que el impulso necesario se transforme en legislación.