Pablo Iglesias debutó con su imagen "cuidadamente" descuidada en la Eurocámara

Como de costumbre, el español Pablo Iglesias, con su forma de vestir desaliñada y sus aires de presunto “indignado”, estilo que utilizó para hacer creer a muchos de sus votantes que era un político diferente, volvió a intentar dar la nota burlándose de todos sus pares, en su estreno como eurodiputado.
Mediático como pocos y tratando de marcar su presencia desde el comienzo, ha vuelto a apelar al personaje que ha creado para el público. Con una diferencia sustancial, ahora se sabe quien es y que sus ideas políticas están muy cercanas a ETA, la banda terrorista a la que ha tratado de justificar.
Este martes en el Parlamento Europeo, deliberadamente se pasó del tiempo de turno de palabra acordado para la intervención de cinco minutos a la que tenía derecho, antes de comenzar la elección del presidente de la Eurocámara.
Fué el único que puso la nota discordante y debió ser llamado al orden en varias oportunidades, mientras prometía terminar y no lo hacía. Fue criticado y eso era lo que justamente el disfrazado de “indignado” buscaba para llamar la atención y generar minutos en los medios de comunicación, algo que ama en forma desmedida.
La farsa le durará hasta que en las próximas elecciones en territorio español, sufra el duro golpe de la realidad, porque hoy en su país, ya todos saben quien es; no habrá más engaños a los votantes.