El semi mundial

0
309

José Alem Deaces
José Alem Deaces
Mucho se habla del Campeonato Mundial de Fútbol, su espectáculo, su incidencia social, ecónomica en los PBI de cada país y de tantas otras cosas.
También, aunque menos de lo esperado se ha hablado sobre el otro mundial, comprendiendo esto a las protestas y al campeonato entre otros de equipos de las favelas brasileñas y villas argentinas, repitiendo algo hecho en Sudafrica.
Yo hoy voy a ocupar estas líneas hablando del semi mundial.
¿Que es eso se preguntarán? Paso a explicarles.
Con mi familia decidimos vivir la experiencia de un mundial aún sabiendo que era casi imposible conseguir una entrada para cualquier partido.
Así fuimos a Porto Alegre cuando se jugaba el último partido en esa sede, que era Alemania – Argelia.
El casi imposible se convirtió rápidamente en imposible, cuando se nos pidió U$S 600 por una entrada, siendo cuatro U$S 2.400 por un partido en no jugaba Uruguay ni Peñarol, condujo sin más al no rotundo.
Entonces el semi mundial es lo que se vive fuera del estadio, conviviendo con las hinchadas y luego en la pantalla gigante que coloca FIFA “Fan fest”, es decir el entorno.
Y este resulta fascinante, aún cuando como ya dije no ingresara al Estadio.
Ya en el hotel, aún lejano al centro de la ciudad ya había alemanes y brasileños descendientes de alemanes ya que no debemos olvidar la enorme influencia germana en esa zona de Brasil.
Luego en la ida al Estadio, el público se convierte en una enorme babel, más alemanes, tods con su cerveza en la mano, más brasileños y ahora también argelinos, algunos de ellos, no todos pues se ve que cuando salen de su país algunas costrumbres cambian, orando hacia La Meca, todos mezclados, dando la sensación de que a pesar de todo no habría problemas de ningún tipo.
Como en una feria había también puestos de ventas de comidas, de recuerdos y espectáculos musicales, más un camión con una orquesta circulando, tocando la música típica del lugar.
Me convencí con tristeza que los problemas se podrían dar unicamente si el partido fuera entre Uruguay, Brasil o Argentina, cualesquieran dos de ellos entre sí.
Luego en la “Fan fest”, más de diez mil personas, vieron el partido, ahí sí sin cantos ni gran alegría, en el gran cine eramos la mayoría espectadores neutrales, aunque algunos brasileños optaron por Alemania y otros por el más débil.
El espectáculo vale la pena.
Es que el Mundial, del que este semi Mundial es parte, es eso un gran espectaculo comercial con base en el deporte, no nos engañemos, no es deporte en sí mismo, es un espectáculo y un gran, diría enorme negocio.
Y por eso mismo, es muy díficil que países como el nuestro lo puedan hacer.
Son miles de millones de dólares de los que no se puede disponer. Si el estadio de Peñarol presuntamente va a costar U$S 40.000.000 con todas las dificultades conocidas y el de Internacional de Porto Alegre costó U$S 400.000.000 ¿como va a ser posible? Y hablo de uno cuando piden diez. ¿Y los hoteles, aeropuertos y vías de transporte?
El camino parecería estar por las organizaciones compartidas tipo Japón – Corea.
Si no es así, salvo Brasil, México y tal vez Colombia, no veo que pueda repertirse en América. Vean que excluyo a Argentina, aunque tan impredecible como siempre pueda cambiar su situación económica y social.
El futuro dirá como sigue la historia que se escribe todos los días.-
Mientras tanto como fui en auto, pude ver desde Pelotas a Nuevo Hamburgo, cientos de fábrica en la ruta en plena producción.
Brasil, con su vocación imperial, sigue escribiendo su historia.
Ojalá los demás lo tengan presente para ser su vecino, su socio y no parte de él.