En la misiva remitida al Pontífice, Díaz remarca que la “prioridad” de la Junta es “generar oportunidades para que los andaluces y andaluzas, especialmente los jóvenes, tengan la posibilidad de encontrar un puesto de trabajo y no tengan que salir de Andalucía”.
La presidenta de la Junta subraya además que “uno de los valores de Andalucía es su importante capital humano”, con una “generación bien preparada y capacitada de jóvenes, y no tan jóvenes, que tienen que incorporarse al mercado laboral y hacerlo, además, en su propia tierra”.
“Todos los países, instituciones y personas debemos concentrar nuestras energías y capacidades para impulsar el empleo, que es lo que da dignidad a las personas y les permite a los jóvenes construir su proyecto de vida personal y profesional”, destaca Susana Díaz, que considera que las elevadas cifras de paro juvenil “son el legado de una larga y profunda crisis económica y de unas políticas que hacen prevalecer los intereses económicos por encima de los problemas y las necesidades de las personas”.
La presidenta constata en la carta que comparte “preocupaciones similares” con el Papa Francisco y que ambos están “comprometidos en luchar contra el paro juvenil y mejorar las perspectivas laborales de los hombres y mujeres de Andalucía y de Europa”.
En ese sentido, junto al propósito de lucha contra el paro, Susana Díaz se muestra convencida también de que ambos coinciden en otros retos que tienen que ver con la pobreza y la exclusión, como la “enorme brecha social que ha provocado estos años de crisis y austeridad” o la “cada vez más grande distancia que separa a los países y regiones del Norte y del Sur”.
La presidenta de la Junta, que ofrece al Pontífice la posibilidad de hablar personalmente sobre todas estas cuestiones, recalca finalmente “el deseo de sumar fuerzas y toda la capacidad a nuestro alcance para dar a muchos miles de jóvenes un aliento de esperanza en un presente y un futuro que entre todos debemos estar construyendo ya hoy”.
El Papa Francisco expresó esta semana su consternación por las cifras de desempleo juvenil en Europa, en España y en Andalucía, que tiene una de las mayores tasas de desempleo, causadas, según argumentó, por “un sistema económico donde el centro es el dinero, no la persona humana”.