Condiciones climáticas, desigualdad y corrupción aumentan índices de pobreza extrema

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Klisberg
Asunción, IP.- La Secretaria Técnica de Planificación del Desarrollo Económico y Social de la Presidencia de Paraguay organizó este viernes una Jornada Nacional de Reducción de la Pobreza del Paraguay donde se destacó que las condiciones climáticas, la desigualdad y la corrupción son factores que acrecientan los índices de pobreza extrema en el país. El asesor especial de la presidencia de la República de Paraguay, Bernardo Kliksberg, señaló que pese a que en América Latina están dadas las condiciones para que se reduzcan los niveles de pobreza, esta situación no se da, hecho llama la atención.
Resaltó que en el país se están logrando avanzar en iniciativas muy innovadoras que tienen que ver con la educación, salud, agricultura, vivienda y en muchas otras áreas, por lo que alentó a que las instituciones sigan trabajando.
“En Paraguay se están creando lazos y puentes entre la política pública, la sociedad civil, las empresas privadas con responsabilidad social, ese es el tipo de delineamiento que necesitamos porque esto no puede esperar”, indicó Kliksberg.
Añadió que los factores climáticos hoy en día juegan un papel preponderante en el aumento de personas pobres, además de la corrupción y la desigualdad que golpea fuertemente al Paraguay. Además señaló que pese a que en América Latina están dadas las condiciones para que se reduzcan los niveles de pobreza, esta situación no se da, hecho que llama la atención.
Una serie de problemas como la falta de agua potable, acceso a la salud, educación, mortalidad neonatal y la desnutrición, tienen que ver con la inexistencia de un sistema integrado en Paraguay que permita llegar efectivamente a la pobreza extrema, expresó Verónica Serafini otra de las disertantes de la jornada.
Serafini sostuvo que un tema fundamental por el que se debe de trabajar el gobierno es en la erradicación del trabajo infantil que se refleja principalmente en el sector rural y que se da a raíz de la carencia de ingresos en las familias.
Se deben de reforzar los programas que tienen que ver con la erradicación del trabajo infantil y con la atención temprana que posteriormente ahondaran en resultados éxitos, según destacaron los intervinientes.
Los adolescentes deben estar en las escuelas y posteriormente tienen que ser formados para acceder a un trabajo, señalaron que lo ideal es que un joven sea introducido al ambiente laboral entre los 19 y 20 años.
El impulso a la agricultura familiar es otro de los puntos que influyen en gran medida para reducir los índices de pobreza, estos deben ser programas sostenidos y permanentes en el tiempo.
Manifestaron que no hay lucha contra la extrema y mediana pobreza si es que no incorpora el seguro social y no se garantizan condiciones adecuadas de trabajo, por lo que las acciones se deben puntualizar en que los obreros tengan acceso a una tarea y que cuenten con seguro social.
“En adultos mayores se deben incorporar a una red de protección social que vaya más allá de la pensión, (…) el segundo problema más importante para los adultos mayores es el acceso a la salud”, detallaron. De acuerdo a lo expuesto durante la jornada, Paraguay está cambiando muy drásticamente su perfil demográfico, ya que aumenta la población de personas adultas. La mayoría de los que llegan a los 60 años dejan de trabajar y esto acrecienta niveles de pobreza.
“Podemos sacar a niños, jóvenes y adultos de la pobreza, pero al no haber un sistema de protección de adultos mayores que incorpore seguridad social y pensiones no contributivas siempre vamos a tener personas pobres porque se van a incorporando a la pobreza aquellos que dejan de trabajar”, subrayó Serafini.
Finalmente coincidieron en que el gran desafío es pensar cómo hacer para continuar con el patrón de reducción de la pobreza extrema sin que genere efectos adversos y que se garantice que en el largo plazo estos se mantengan, además de proteger a los sectores vulnerables para evitar que caigan en la pobreza.