Asseff, ya hizo otro proyecto de declaración en contra de diputados uruguayos que viajaron a las islas Malvinas a concertar negocios para Uruguay, ante el proteccionismo argentino que pone trabas a las exportaciones uruguayas. Assef pretendía que aunque su gobierno acosara a los exportadores orientales, estos tampoco le vendieran a los isleños, por solidaridad con Argentina. Una cosa es ser solidarios y otra muy distinta es ser estúpidos. La solidaridad debe ser recíproca.
Defender la personalidad de Sarmiento es su derecho, pero a lo que no tiene derecho el señor diputado Asseff es indicarle a los ciudadanos uruguayos- que nada tienen que ver con el tema de Sarmiento- lo que deben hacer, como veremos más adelante.
Mete a los habitantes del territorio oriental en su proyecto de declaración para que el Congreso argentino exprese el desagrado ante declaraciones del ministro de Defensa uruguayo sobre Sarmiento. Allí en esa presentación, Asseff reconoce los errores de Sarmiento y señala: “Cometió, es cierto, acciones que fueron incluso para su tiempo reprochables. Una de ellas, instar al gobierno chileno, cuando estaba exiliado en Santiago de Chile, para que ocupara el entonces llamado puerto Hambre – hoy Punta Arenas – en detrimento para nuestra soberanía. Fue en 1843”, cuenta Asseff.
Luego en su proyecto de declaración el diputado Asseff, expone sobre Sarmiento: “Sus pasiones lo condujeron a no disociar la política domésticas y sus sonantes querellas, con los intereses permanentes de nuestra Patria. La Historia no lo recuerda a Sarmiento por estos lamentables hechos, sino por todo lo otro, lo que ha signado para siempre y para bien su paso por la vida pública de nuestra nación”, dice el legislador argentino y discrepamos; los hechos lamentables son parte de la historia; deben recordarse y no minimizarse.
El parlamentario del Frente Renovador agrega en referencia a Sarmiento: “Su figura no está exenta de polémica, sin dudas. Sin embargo, es repudiable un ministro de cualquier gobierno realice declaraciones ofensivas sobre la persona de este prócer argentino y más lo es aun cuando es un Ministro de la República Oriental del Uruguay. No podemos dejar pasar por alto no ya un parecer, si no un improperio. De más está recordar que cuando la primera mandataria expresó en épocas recientes que “Artigas quiso ser argentino y no lo dejaron” – lo cual es irrefutable históricamente -surgieron desde la Banda Oriental infinidad de declaraciones negativas. inclusive de índole burlesca”, destaca el diputado massista, Alberto Asseff.
Consejo a los uruguayos
El legislador argentino aconseja a los ciudadanos uruguayos lo que deberían releer y escribe: “El ministro uruguayo y todos los habitantes del país hermano deberían releer las tres primeras leyes – aún vigentes- de su normativa: ley nº 1, declarándose independientes del dominio lusitano; ley 2, estableciendo que se reintegran a las Provincias Unidas de las que están ligadas “por los vínculos más irrefragables quie existen en el mundo entero”; y la 3, decidiendo enarbolar la bandera tricolor “hasta que reintegrada la Provincia Oriental a las demás Unidas del Río de la Plata sea enarbolada la celeste y blanca”. Rememoramos esto mucho más allá de la nostalgia”.
Pero Asseff va más allá y saca temas pasados para recordar hechos que ya fueron laudados con el correspondiente pedido de disculpas: “Ya hubo un ex Presidente de Uruguay que denigró con sus declaraciones a todos los argentinos, a pesar de que su propia madre aquí había nacido. Ahora un nuevo exabrupto nace en esas tierras del caudillo federal argentino Gervasio Artigas, nacido en la Banda Oriental. Estas declaraciones (de Fernández Huidobro) no pueden quedar sin respuesta” exige. (Otro que quiere que Artigas sea argentino).
En cuanto a la “versión” del Artigas argentino es tan absurda como la de decir que San Martín es uruguayo, nacido en Carmelo, donde aparecen inscriptos en los registros los hermanos del caudillo y se dice que habrían arrancado una página que demostraría que el prócer nació allí.
En el final, emite un temerario y desubicado consejo y saca a relucir los candentes temas del canal Martín García y el dragado del río Uruguay: “Si la República Oriental del Uruguay aspira a que se plasme el canal Martín García o el dragado del río Uruguay, por consignar dos aspectos de la agenda pendiente, no es con declaraciones provocativas de sus altos funcionarios como van a lograr los acuerdos”. Bueno, aquí al menos se dirige a los “altos funcionarios” y no se mete con los ciudadanos.
El diputado Alberto Asseff, nada dice de las oprobiosas presiones y acosos del gobierno kirchnerista al Uruguay. Ya lo hemos dicho en un artículo anterior y lo repetimos: Señor Asseff queremos verlo con esta misma actitud exigirle a la presidenta cumplir con los acuerdos del Mercosur y levantar el ignominioso bloqueo a los buques para que no entren a puertos uruguayos, que ya ha producido enormes daños difíciles de cuantificar, entre otras graves imposiciones kirchneristas.
Por otro lado si quiere aconsejar en este caso, diríjase a los gobernantes y nunca trate de decirle a los habitantes de Uruguay, lo que deben leer o hacer. No fueron los ciudadanos los que hablaron de Sarmiento. Para esto debería primero empezar por pedir disculpas por meterlos en un tema donde nada tienen que ver. Usted dijo que “Ya hubo un ex Presidente de Uruguay que denigró con sus declaraciones a todos los argentinos”, pero ese mandatario tuvo la grandeza de viajar y pedir disculpas. No pretendemos que venga, sólo que pida disculpas.
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