España ha hecho de este asunto uno de los ejes de su labor diplomática en Europa “al asumir la justicia de la reclamación” de ambos países, los únicos de América Latina a cuyos ciudadanos se les seguía exigiendo visado a pesar de tener un tratado de libre comercio con la UE, ha dicho Rajoy.
Esta decisión es, a su juicio, un reconocimiento hacia un millón de personas originarias de Colombia y Perú, perfectamente integradas en nuestra sociedad. También es una señal inequívoca que Europa envía en apoyo de la apertura comercial y la seguridad jurídica en América Latina, ha sostenido el presidente.
Mariano Rajoy ha declarado que “España siempre estará para ayudar a todos los países Iberoamericanos en todos los problemas que tengan”.
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