La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, anunció que se incrementará el salario mínimo de los trabajadores del país en un 8.8 por cierto, situación que conllevará a que las personas económicamente activas perciban una remuneración no inferior a 678 reales (US$339).
La ministra de la Presidencia, Gleisi Hoffmann explicó que el decreto que garantiza oficialmente este beneficio monetario y que entrará en vigor en enero de 2013, será publicado en el diario oficial este miércoles.
“Es un buen anuncio para los trabajadores en el día de Navidad”, expresó Hoffmann, agregando que la iniciativa “reconoce el esfuerzo de todos los trabajadores para los resultados que está teniendo el país”, en las áreas económica y social.
Por otra parte trascendió que con el incremento del salario mínimo se beneficiará a uno de cada tres personas que ocupen el mercado laboral, cifra desprendida del censo del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) realizado en 2010 que analizó el segmento de la población que percibe la renta mínima.
Ante esto se dijo que dentro de las directrices que se tomaron en cuenta para realizar esta medida, están los índices de 2011 (año que utilizó el ejecutivo como referencia para adoptar esta incitativa) que señalan una tasa de inflación del 6%, y de crecimiento económico, que llegó al 2,73% en esta fecha.
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