Por tal motivo más de 1.300 efectivos antidisturbios protegieron el Congreso ante la anunciada manifestación que luego derivó en disturbios donde fueron detenidas al menos 26 personas, dejando un saldo primario de 64 manifestantes heridos que se enfrentaron a las fuerzas del orden.
Según fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid, unas 6.000 personas se habían concentrado en los alrededores de la Cámara baja para pedir la dimisión del Gobierno y el inicio de un proceso constituyente.
Al intentar los manifestantes rebasar la zona de exclusión se produjo uno de los enfrentamientos en los alrededores del edificio del Congreso y La policía ha dispersado al grueso del grupo por el Paseo del Prado hasta la Glorieta del Emperador Carlos V, junto a la Estación de Atocha. En la fuente de Neptuno otro grupo realizó una sentada de protesta.
Por su parte la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, advirtió que no se permitiría “bajo ningún concepto” que “se rodee o que se tome” el Congreso porque “eso sería delito”, afirmó la funcionaria.
La delegación del Gobierno en Madrid había autorizado las marchas del 25-S al Congreso, pero a distancia, sin permitir las manifestaciones frente a las puertas del edificio. Hubo tres marchas simultáneas en la Puerta del Sol, Neptuno y Cibeles.
Llamamiento del PP
El vicesecretario general de Organización y Electoral del Partido Popular, Carlos Floriano, ha hecho un llamamiento a que se respete la ley y el Estado de Derecho a la vez que ha defendido el derecho a manifestarse “sin violentar los derechos de nadie”. Sin embargo, el vicesecretario general de Organización ha recordado que el Congreso de los Diputados “es la casa en la que están presentes la voluntad de 25 millones de españoles que votaron en las últimas elecciones”.
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