“La protección social como instrumento de respuesta a la crisis es una herramienta realmente fundamental porque incrementa la demanda económica”, afirmó el titular del organismo internacional.
En la misma línea Somavia advirtió, sobre la tensión social que se genera, cuando los gobiernos ejecutan medidas de austeridad de forma precipitada, sin medir los costos negativos que pueden producir en la ciudadanía.
“La crisis mundial parece haber entrado en una nueva fase. Algunos gobiernos, bajo la presión de los mercados financieros, se ven obligados a adoptar planes de austeridad precipitadamente, sin consultar, con costos sociales excesivos”, afirmó.
El funcionario de la OIT argumentó, que estas situaciones de deterioro y convulsión social se pueden percibir en hechos como “las consecuencias negativas en términos de huelgas, protestas, deterioro del clima social, y el espectro cada vez mayor del conflicto social”.
Somavia destacó el rol que juega la protección social como factor de integración, ya que aseguró, que de la misma forma que protege el entorno de las personas, las capacitan para su inserción en el mercado laboral, generando un impacto inmediato en el desarrollo de los ciudadanos y de la economía, sobretodo de los sectores más vulnerables de la población.
“Las medidas de protección social también son importantes para combatir la pobreza. La idea del piso de protección social tiene sus raíces en el hecho de que entre 75 y 80 por ciento de la población del mundo no tiene acceso a la seguridad social”, aseguró Somavia.
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