Villa Olímpica en Río 2016: el complejo deportivo de la diversidad cultural

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Villa Olímpica y Paralímpica de Río 2016 Fernado Frazão/Agência Brasil
Villa Olímpica y Paralímpica de Río 2016 Fernado Frazão/Agência Brasil
Grupos de atletas jugando en canchas deportivas, ciclistas circulando por áreas abiertas y una pareja caminando abrazada en una atmósfera de romance entre los edificios de Barra da Tijuca. En el gimnasio, piscinas y áreas de recepción, los residentes van y vienen, mientras agentes de seguridad mantienen una vigilancia constante para que nadie entre sin permiso. Lo que uno ve en la Villa Olímpica y Paralímpica de Río 2016 tras la llegada de las delegaciones –con sus banderas, uniformes, idiomas y caras de decenas de nacionalidades– es una gran muestra de diversidad cultural, que se hizo aún más fuerte a través del deporte.
Los 31 edificios del conjunto habitacional, que serán vendidos por el sector privado después de los juegos, forman un verdadero mosaico, que abarca desde delegaciones con menos de 10 atletas, como la de Mozambique, como aquellas con más de 500, como la de Estados Unidos. Equipos de países como Estados Unidos, Brasil, China y Rusia y otras naciones con un gran número de atletas ocupan edificios enteros o casi enteros.
Equipos más pequeños están alojados por región, como Sudáfrica, Mozambique y Uganda, cuyas delegaciones comparten el mismo edificio, como es el caso de los países escandinavos: Dinamarca, Finlandia y Suecia. Otro criterio de agrupación es la lengua, que aproxima a países geográficamente distantes, como Irlanda y Nueva Zelanda.
Para Sally Filmer, jefe del equipo de gimnasia de Irlanda, eso hace más fácil la convivencia. “Andamos siempre acompañados del equipo de Nueva Zelanda. Son ellos con quienes nos encontramos más a menudo e incluso hemos venido juntos al comedor”, dice.
Los atletas pueden servirse de un bufé dividido en cinco “islas”, en un espacio con capacidad para 5,3 mil personas. Fernando Frazão/Agência Brasil
Los atletas pueden servirse de un bufé dividido en cinco “islas”, en un espacio con capacidad para 5,3 mil personas. Fernando Frazão/Agência Brasil

Restaurante
Filmer hablaba con otro miembro del equipo irlandés en la puerta del restaurante. Allí, los atletas pueden servirse de un bufé dividido en cinco “islas”, en un espacio con capacidad para 5,3 mil personas. Aunque romper la dieta resulta fácil, con tantos aperitivos y golosinas al alcance de la mano, la líder del equipo irlandés afirma que no le da trabajo mantener sus colegas bajo control. “La mayor parte de los atletas son muy disciplinados. Siguen sus dietas para tener un mejor rendimiento. No suelen practicar excesos.”
Platos e ingredientes típicos de la cocina brasileña –como farofa, filetes de carne, arroz y frijoles– están entre los más buscados por quienes acuden al sitio. Pero el menú también incluye bebidas, pizza, ensaladas, yogures y comida asiática, sin olvidar a los atletas religiosos, a quienes se les ofrece en el mismo espacio opciones como comida cosher (para los judíos) y halal (para los musulmanes). Si uno observa la salida del restaurante, no tardará en ver a un atleta disfrutando de un helado o de una paleta. El buceador egipcio Mohab Elkordy, sin embargo, se mostró más comedido: después de cenar, salió del establecimiento llevando tan solo una botella de agua.
“Me encanta pasear por la villa. Me encanta la piscina y me encanta el centro de entretenimiento. Es todo muy grande”, dijo con admiración el joven de 18 años, y a continuación, con una sonrisa en el rostro, pidió echar un vistazo a la cámara para ver se había salido bien en la foto.
Mohab ya había venido a Brasil para el evento de prueba de buceo que tuvo lugar en el parque acuático Maria Lenk y se llevó una buena impresión de las instalaciones. Ahora, comparte un edificio de la villa con atletas de Kazajistán y de Mongolia, por lo que las conversaciones tienen que ser en inglés y no siempre son fáciles. “He conocido a algunos atletas de Kazajistán, y han sido muy amables. Siempre tratamos de hablarnos en inglés, pero no todos lo hablan”.
El ambiente relajado de la villa no oculta la ansiedad y el compromiso con el profesionalismo. El jefe de misión de Gambia, Haruna Cham, quien llegó a Río con un equipo de un nadador, un yudoca y cuatro competidores de atletismo, recordó que nadie ha venido allí a relajarse. “Cuando los atletas no están entrenando, les pedimos que permanezcan en sus habitaciones, pues venimos aquí a competir, y no a hacer un pícnic”.
Problemas
Aunque los atletas irlandeses no tienen motivos para quejarse de la villa olímpica, otras delegaciones han reportado algunos problemas. La atleta de remo Annekartrin Thiele, de Alemania, dijo que se quedó sin agua para tomar una ducha y lavarse las manos el último lunes (1). En su opinión, esos problemas no hacen que la villa deje de ser un lugar hermoso, y al realizarse en Río de Janeiro, el evento se beneficia de la belleza del paisaje: “Es genial que podamos ver al Cristo [Redentor] tan de cerca”.
Para el médico español José Salo Cuenca, en la villa olímpica de Río hay tanto de lo muy bueno como de lo muy malo. Evitó comparaciones con otras villas y dijo que el acabado de los apartamentos es uno de los puntos débiles del complejo. Por otra parte, la policlínica es un punto fuerte. “Hay muchas especialidades y todo funciona perfectamente. Son muy puntuales”.
Las delegaciones se han enfrentado problemas no solo dentro del complejo. El líder del equipo de natación de Mozambique, Fernando Miguel, dijo que la distancia entre la laguna Rodrigo de Freitas y la villa ha causado molestias a dos competidores mozambiqueños de canotaje de velocidad.
“Es nuestra única queja. La laguna está muy lejos de aquí y no hay ninguna ruta alternativa para acortar el tiempo de desplazamiento. Es un gran inconveniente. Son dos horas para ir y dos horas para volver”, dijo, agregando que, en uno de los días de entrenamiento, el viaje llegó a durar más de 3 horas, pues incluso el guía se perdió. “Creo que esos percances se resolverán cuando empiecen los juegos”.
Atletas entrenan en el gimnasio de la Villa Olímpica de los Juegos de Río 2016Fernando Frazão/Agência Brasil
Atletas entrenan en el gimnasio de la Villa Olímpica de los Juegos de Río 2016Fernando Frazão/Agência Brasil

Gimnasio
En la villa olímpica de Río, solo hay un lugar más concurrido que el restaurante: el centro de fitness, donde atletas de diferentes países, biotipos y modalidades, unos al lado de los otros, hacen ejercicios aeróbicos y con pesas. Quienquiera que haya intentado hacer ejercicios en un gimnasio en horas pico sin duda reconocerá las expresiones de decepción en los rostros de las atletas brasileñas de buceo Ingrid Oliveira y Luiz Outeiro, que necesitaban entrenar con pesas para preservar su fuerza física, pero no encontraban una brecha para utilizar los aparatos de musculación. Después de una larga espera, lograron hacer los ejercicios y elogiaron el equipamiento.
“Mientras entrenamos, miramos alrededor y nos imaginamos qué deporte practican los demás. Si vemos a unos remando, pensamos: por supuesto, deben ser atletas de remo. Cuando vemos a una chica muy ducha en la barra, pronto concluimos que practica levantamiento de pesas. Es muy interesante ver qué demandan físicamente otros deportes”, dijo Outeiro, que hace principalmente ejercicios de explosión para preservar la fuerza de las piernas.
Luiz Outeiro explicó que el entrenamiento en el gimnasio ha sido más ligero, ya que los juegos empezarán pronto, y que ha acudido al parque acuático Maria Lenk para perfeccionar los movimientos de los saltos. “Llamamos a esto un pulido. Estamos puliendo nuestra técnica en el agua, y estamos aquí para mantener nuestra forma física.”
Otro punto concurrido de la villa son los Anillos Olímpicos, un monumento construido en una plaza en medio de los edificios. La fisioterapeuta griega Ivana Djuric se tomó fotos al lado de los anillos, el único atractivo turístico que ha podido visitar hasta ahora. Aunque sí le gustaría visitar el Cristo Redentor y otros lugares famosos de la ciudad, planea hacerlo en otro momento. “No tuvimos tiempo aún de visitar nada, pero seguro que lo haremos tan pronto como sea posible”.
Agencia Brasil